28 de mayo de 2015

El Sevilla se proclama tetracampeón de la Europa League

Bárbara Rodríguez Valbuena

El equipo español se convierte en el rey de reyes con 4 Copas de la UEFA

Los de Emery consiguieron remontar un gol tempranero, ponerse por delante y levantar el posterior empate para hacerse con La Cuarta con un global final de 2-3.

Varsovia se convirtió anoche en el foco del fútbol mundial y no era para menos. Polonia se llenó de aficionados de Dnipro y Sevilla para vivir una noche de las que gustan, una final. Y además, de campeonato europeo. De esas que quedan siempre en el recuerdo de uno de los dos equipos y que tienen un héroe, o dos. El Sevilla se hizo con La Cuarta gracias a las actuaciones de Bacca y a los galones de Banega, nombrado MVP.




El vigente campeón se encontraba ante la ardua tarea de defender y revalidar titulo y el Sevillismo, sí, el que estaba en el estadio, el que lo veía desde las pantallas gigantes de Varsovia y el que estaba en España –porque toda España anoche era sevillista-, lo sabía. No había comenzado el encuentro cuando se oía el himno a capella de ese Sevillismo que se encomendó la tarea de animar y lograr llevar al equipo en volandas a ganar. Lograr la cuarta era algo inédito, nunca antes nadie lo había conseguido y los de Nervión tenían la ilusión de hacer el sueño una realidad. Ilusión que el Dnipro se empeñó en arruinar. Corría el minuto 8 cuando Carriço no llegaba a despejar el centro de Matheus desde la derecha que Kalinic cabeceó y empujó al fondo de la red. Emery pedía calma y Banega se echó el equipo a la espalda para que Krychowiak transformara en gol una de las muchas ocasiones del Sevilla y lograra el empate batiendo a Boyko. La alegría había vuelto a los hispalenses, que 3 minutos después se pusieron por delante gracias a un pase al hueco de Reyes que en esta ocasión transformaba Bacca. Cuando estos disfrutaban de sus mejores ocasiones, Kolo concedió una falta en la frontal del área que se convertiría en el empate del Dnipro por mediación de Rotan. No había tiempo para más.

Los ucranianos volvían a rodar el balón en el Nacional de Varsovia para vivir con nervios los últimos 45 minutos de la final. Una segunda parte de intercambios por parte de ambos equipos que no acababan de llegar a buen puerto. El Sevilla aún no había conseguido hacerse con el control total del balón y el partido se difuminaba y se hacía menos vistoso que la primera parte. Kankava se equivocaba en una salida de balón que Vitolo aprovechaba para asistir a Bacca, que de nuevo se convertía en el héroe de la final y acercaba La Cuarta a Nervión en el 73’. Los veinticinco minutos restantes se convertían en un mundo.  Un remate mordido con la zurda de Fedetskiy, un tiro de Leo Matos, un centro de Konoplyanka blocado por Sergio Rico y un susto por el cabezaszo de Trémoulinas con Matheus hasta que en el 94´ se pitaba el final del encuentro.

El sueño se había cumplido. El Sevilla repetía la hazaña de Eidenhoven, Glasgow –ambos bajo el mando de Juande Ramos en la 2006-2007 y 2007-2008, cuando aun se llamaba Copa de la UEFA-; y la de la pasada edición, en Turín, cuando ya se llamaba Europa League y Unai Emery estaba al mando.

La Cuarta ya está en Nervión. [Fuente: www.periodistadigital.com]


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